Croquetas de espinacas y pipas

He descubierto que estas son las favoritas de mi hija, y me encanta porque comiéndolas rehogadas se cansa y se aburre pronto, así puedo ofrecérselas de otra manera XD. Espero que os guste!

 

 

Ingredientes:

 

300 gr. de espinacas frescas limpias

3 cucharadas soperas rasas de harina Yolanda

500 ml. de leche de soja

2 cucharadas soperas de aceite virgen extra

sal

nuez moscada (opcional)

pan rallado

un puñado de pipas crudas de girasol (no tenía piñones jejeje)

 

Elaboración:

 

Primero cocemos las espinacas en agua son sal. Yo las dejo 5-7 minutos.

 

Las escurrimos y refrescamos con agua fría. Las estrujamos con las manos para que suelten bien el agua.

 

Hacemos la bechamel: calentamos el aceite e incorporamos la harina, la tostamos un poco y vamos añadiendo la leche a fuego medio-bajo. Le ponemos un pellizco de sal y nuez moscada al gusto.

 

Cuando veamos que va tomando cuerpo, añadimos las espinacas bien escurridas y picadas con unas tijeras. Removemos bien y agregamos las pipas.

 

Vamos dando vueltas hasta que tenga una consistencia más densa, cuando la masa sea un todo y se despegue de los bordes ya estará (lo siento, no sé explicarlo mejor).

 

Dejamos reposar mínimo 12 horas, por temas de logística yo las tuve 48 horas en la nevera.

 

Con dos cucharas cogemos porciones de masa y las pasamos por pan rallado, las apretamos bien en la mano y las volvemos a pasar por pan. Las dejamos en un plato.

Calentamos aceite de oliva en una sartén y las vamos friendo, escurrimos en papel de cocina y ¡a disfrutar!

Me salieron muchísimas, se congelan sin problemas y salen fenomenal!