Esta es una de esas recetas que se puede usar para varios platos, y eso es lo que haremos, ya las iremos gastando. La receta la he sacado del blog Misthermorecetas, es muy fácil y no se hace con Thermomix. La verdad es que es muy sencilla de preparar.
Yo estaba un poco mosca porque, cuando probé el almíbar me resultó un pelín amargo y me preocupé, la verdad. Elena, la autora del blog me dijo que es normal pero que, como se usan en recetas dulces el contraste es muy bueno. Y tiene razón, en la próxima entrada veréis por qué. Os dejo con la receta, aquí tenéis la original. Espero que os guste!
Ingredientes:
2 naranjas grandes (si no tienen la piel muy gruesa, mejor)
400 gr. de azúcar
200 ml. de agua
Elaboración:
Lavamos bien las naranjas bajo el grifo con un cepillito si puede ser. Las secamos y cortamos en rodajas finas, yo lo hice con la mandolina (arriesgando mi vida, he de decir).
En un cazo ponemos el agua y el azúcar y meneamos un poquito para que se integre el azúcar.
Añadimos las naranjas y tapamos.
Dejamos cocer a fuego lento una hora y media. Durante el proceso es preciso que no toquemos las naranjas para que no se deformen.
Las dejamos que se enfríen y que reposen 24 horas.
Podemos conservar el almíbar en un tarrito de cristal en la nevera con algunas rodajas y el resto las dejaremos secar en una rejilla (o como yo, que no tengo sobre palillos de brochetas jejejeje) y guardamos en el congelador o en la nevera. Yo corté trocitos de papel vegetal para poner unas encima de otras.
Podéis tomarlas bañadas en chocolate o usarlas en diferentes recetas ñaaaaaaaam.
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