Esta receta es muy muy sencilla, os preguntaréis ¿qué es el toque especial? Pues un secretillo que me contó mi amiga Gema para que los salteados sepan más a "restaurante chino". Algo tan simple y sutil como un poquito de azúcar en la salsa ;) Espero que os guste!
Ingredientes para 2 personas:
2 rodajas de seitán (yo, casero)
un trocito de calabacín
la parte blanca de un puerro
1/4 cebolla blanca
salsa de soja
1/2 cucharadita de aceite de sésamo
1 cucharada de aceite de oliva
2 cucharaditas de azúcar moreno
4 cucharadas soperas de arroz jazmín hervido
Elaboración:
Cuando hice el seitán congelé una bola partida a la mitad y la otra en rodajas. Así que lo primero que hice la noche anterior fue descongelar dos rodajitas de seitán casero.
Calentamos el aceite de oliva en un wok y añadimos la cebolla y el puerro cortados en tiras finas (juliana). Salteamos unos minutos a fuego fuerte y lo bajamos. Le ponemos el aceite de sésamo.
Mientras, lavamos el trozo de calabacín y lo cortamos en juliana también. Lo añadimos al wok, removemos, subimos el fuego y salteamos un par de minutos.
Bajamos el fuego y dejamos que se haga unos 7-8 minutos. Mientras, preparamos el seitán.
Cortamos el seitán en tiras y lo añadimos al wok.
En un vasito disolvemos el azúcar con un chorrito de salsa de soja.
Agregamos la salsa de soja con el azúcar al wok y subimos el fuego. Salteamos dos minutos y bajamos la intensidad del fuego. Dejamos que se haga unos 3-4 minutos más.
Añadimos el arroz, removemos y salteamos dos minutos más a fuego vivo (rectificamos de salsa de soja si fuera necesario) y servimos.
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